miércoles, 29 de agosto de 2007

2.043: ¿El papel a la basura?

Durante los últimos años, ha comenzado un fuerte debate respecto al tiempo de vida que le quedan a los medios de prensa escrita. Este cuestionamiento se generó a partir de las múltiples alternativas que han surgido en los últimos años para poder informarse y que ha derivado en versiones apocalípticas respecto al tema. Según Philip Meyer, periodista y autor del libro The Vanishing Newspaper el 2.043 será el último año de vida de los medios escritos en papel.

Los culpables del desvanecimiento de los medios impresos que se barajan son dos. La alternativa más popular viene de la mano de Internet. Su inmediatez, interactividad y múltiples formatos y usos se ha convertido en una opción muy atractiva, sobre todo para los jóvenes. Según estadísticas entregadas en un artículo del Periodista Digital, los lectores de entre 15 y 24 años dedican un 30% menos a la lectura de los periódicos impresos desde el uso de Internet como medio de información.

Pero Internet no fue el primero en generar el debate. La aparición de los diarios gratuitos fue el primer susto que se llevó la prensa escrita. Publimetro, medio gratuito en Chile perteneciente a la compañía sueca Modern Times Group, sufrió los efectos del pánico que genero entre los medios nacionales. Partiendo con el nombre de “Metro”, tuvo que cambiarlo tras el recurso de queja presentado en masa por diarios establecidos y convirtiendose en MTG (por la matriz sueca) y sin poder ser distribuido en el metro. Más tarde, apareció La Hora, opción gratuita de Copesa para competir de manera justa.

Ante estas posibilidades, se dice que son los medios gratuitos los que más daño le están haciendo a los tradicionales en la actualidad. Sin embargo, a largo plazo, la verdadera amenaza sera online.
Con todo esto, quienes han salido ganando han sido los fieles lectores del papel impreso, quienes ahora gozan de prestigio por esta conducta. Lo cierto es que hay diferencias entre un consumidor de diarios pagados a aquellos que se informan por Internet o medios gratuitos. La intención de compra de estos lectores da cuenta de un interés por sentarse a leer en forma atenta y con tiempo el diario. A la hora de pagar, su cotización es entre 10 y 50 veces mayor que la de aquel lector que busca rapidez en Internet o gratuidad en otros medios.

Los afectados en este entuerto son los mismos productores de contenidos: los periodistas. Según las estadísticas de la Asociación de Prensa de EEUU han bajado en un 18% los periodistas que trabajan bajo contrato desde 1990. Esta cifra es preocupante considerando las nuevas amenazas que se han puesto en el tapete respecto a los medios impresos y la vida que le quedan a estos mismos.

Pero este tipo de vaticinios, como el que realizó el señor Meyer no son una novedad. En tiempos anteriores este mismo tipo de pronósticos se hizo con la aparición de la radio y la televisión. Si bien estos finalmente no ocurrieron, si se gestó una reinvención por parte de los medios impresos. Más colores, más fotografías y más interacción fueron algunos de los mecanismos utilizados para competir con un medio tan novedoso como resultó la televisión. Actualmente, la muestra más fiel de esta nivelación a la que se ha sometido la prensa escrita es Lun, cuya portada se transformó en una imagen a color y cuadrada que ocupa toda la portada y que se asimila a una pantalla de televisión, efecto utilizado para llamar la atención.

Este ejemplo es una muestra del camino a seguir para los medios tradicionales. Me parece que más allá de darse aires de Zulma, lo que realmente debiese preocupar a los medios es de cómo enfrentar el fenómeno de Internet. Tratar de innovarse es la mejor arma que tienen los medios para atacar. Un consejo que también es respaldado por el Finantial Times en el artículo “OldTube, NewTube” en el que se llama a mejorar la calidad de los servicios.

Si me preguntan a mi yo digo adiós a la brujería y el pesimismo y saludo a la innovación y la proactividad. Preocuparse de lo que pasará en 36 años más es inutil .
¿Ocupemonos mejor del asunto?

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