Durante los últimos años la contaminación ha sido un tópico que recién comienza a tener efectos en el ser humano y sus conductas. Más preocupado de su medio ambiente, hoy la conciencia ambiental es una característica valorada en nuestra sociedad. ¿Pero que sucede con otros tipos de contaminación? Existen una serie de elementos nocivos en nuestros cotidianos días y que, sin notarlo, nos están haciendo daño un tremendo daño. Es la contaminación acústica, un fenómeno cuyos efectos aún no se toman en cuenta.Al pararnos en un paradero, caminar cerca de construcciones o incluso cruzar la calle en horas peak pueden resultar perjudiciales a nuestra audición. Cuando el ruido ambiental en las calles supera un nivel de intensidad de 80 decibeles se producen daños progresivos. Cada vez que nos exponemos a intensos niveles de ruido se producen daños que con el paso del tiempo se van acumulando y que son irreparables.
Pero la contaminación acústica ha ido evolucionando: Todo comenzó en los años ochenta con el clásico personal stereo con el cual podíamos escuchar los obsoletos cassettes. Luego, tras la llegada del disco compacto fue reemplazado por el discman, y hoy los reproductores de mp3, mp4, IPOD y la novedad del mercado, el Iphone, continúan haciendo de la música una compañía que cada vez se torna más peligrosa.
Pero no son sólo estos aparatos. El problema pasa más bien por los usuarios. Optando por un uso potente del volumen de estos aparatos, ponen sus oídos a prolongadas y decisivas exposiciones para la audición. “Una exposición a máxima capacidad del volumen se llega a los 98 decibeles, lo que significa que si una persona escuchara todos los días una hora a esta intensidad sería suficiente para que una persona quede sorda”, explica Juan Chávez, ingeniero en sonido de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS).
A futuro esto podría significar un adelanto de problemas auditivos en estas generaciones. El problema es que los usuarios de estos aparatos no perciben esta amenaza pues el daño es a largo plazo y por tanto no se percibe hasta que es demasiado tarde. “No hay una sintomatología precoz que pueda alertar a los usuarios de estos aparatos del daño que están provocandoa sus oídos”, cuenta Juan Carlos Hess, otorrinolaringólogo de la Clinica Las Condes.
Si usted escucha un zumbido continuo y molesto preocúpese pues está frente al primer síntoma de la sordera: el Tinnitus. Más adelante aparece la Hipoacusia, la cual provoca un descenso significativo en la audición. Esta pérdida progresiva no acepta devoluciones, por lo que le sugiero que se preocupe ya de sus oídos.
Tips: Usar auriculares en forma de copa en vez de inserción, ya que estos últimos al ir insertos en el oído dirigen el ruido directamente a los canales auditivos sin ningún tipo de aislamiento.
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